jueves, 14 de enero de 2016

Llegamos al Año Nuevo Juliano

Un típico plato de varenyky, común en la comida ucraniana, polaca y judía. Preparado para las Fiestas de fin de año.
(Foto del autor)


Hoy 14 de Enero, se cumple el Año Nuevo... para el viejo calendario Juliano. Éste fue inaugurado en la Roma de Julio César hacia el 46 a. C., y fue el calendario según el cual los primeros cristianos se acostumbraron bajo el dominio romano. Fue el que instauró el año de 365 días tal como lo conocemos, con un año bisiesto cada 4 años.

Recién en 1582 se instauró el calendario gregoriano por orden papal, ya que se había producido un desfase de 10 días entre las observaciones solares y el calendario. Éste impuso que los años terminados en 00 sólo fueran bisiestos si eran divisibles por 400. Así 1700, 1800, 1900 no fueron años bisiestos.

En el área de los países eslavos, el calendario gregoriano recién se impuso en 1917, con la caída del régimen zarista ruso. Pero en la comunidad católica ortodoxa, el viejo calendario juliano siguió teniendo vigencia, coexistiendo a su vez con el recién impuesto calendario gregoriano. Y de allí que, en las tradiciones orientales, se use el 6 de enero (24 de diciembre en el viejo calendario) y el 14 de enero (1º de enero según el calendario anterior) como fechas respectivas de Nochebuena y Año Nuevo, respectivamente. Al menos, esas fechas serán así hasta el año 2100.

A qué vamos con esto: que para las Fiestas, los ucranianos, en sus tradiciones de siglos, tienen una particularidad en Nochebuena: comer 12 platos típicos diferentes. Pero de éstos, en la práctica, en las cenas de la colectividad ucraniana se ven reducidos a cuatro: la kutyá (cereales con miel), el borsch (sopa de remolacha), los varenyky (semejantes a los ravioles con relleno de papa y queso blanco o ricota, del tamaño de una empanada) y los holubtsi (niños envueltos de arroz, envueltos en hojas de repollo).

Por lo general, en la reunión familiar de Nochebuena, el líder de la familia declara unas palabras alusivas, y da origen al recitado de oraciones, que suelen ser un Padre Nuestro, un Dios te salve María y un Gloria. A lo que a continuación se canta el más tradicional de los villancicos ucranianos, "Boh Predvichniy" ("Dios Eterno"). Por lo general, se canta la primera estrofa, y a veces, la última. Hecho todo este ritual, se ofrece a probar la kutyá, para presentar la dulzura del año que vendrá, y se comen los otros tres platos, a lo largo de la cena.

El autor de esta nota vivió esa particularidad en la cena de Nochebuena pasada, en casa de su tío y primos. Tiene una gran calidez, y permite unir lo tradicional con lo familiar. Tiene un encanto especial, que une a las familias con las tradiciones de nuestros ancestros.

Aunque el 31 de diciembre, este autor la pasó solo. Pero no por eso, dejó la tradición. Pudo prepararse el rico plato de varenyky que ven en la foto que corona esta nota, con cebolla rehogada y jugo para la ocasión. Fue una velada memorable, en la cual pudo respetar sus orígenes y comer un delicioso plato.

Así que, ahora que para católicos romanos y ortodoxos ya estamos en 2016, les deseo a todos ¡Feliz Año Nuevo! (Z novem rokom!).

No hay comentarios:

Publicar un comentario