miércoles, 5 de octubre de 2016

Periodismo buscador de perlas en la corrupción del barro humano

Yoshinori Ohsumi, Nóbel descubridor de cómo las células se regeneran. Perlita en el barro del mundo.

Pensemos en un simple buceador, que se puede encontrar en... India, China, o algún punto del Sudeste Asiático. Todos los días, tempranito por la mañana, tiene que bajar al río, para meterse en la podredumbre, la contaminación y los animales que lo amenazan.

Este buceador es muy parecido a lo que hace un periodista todos los días. Porque se hace creer, en medios periodísticos, que la corrupción es una cosa actual. Que el último gobierno fue corrupto, que el gobierno de turno es corrupto, que tal o cual empresario u hombre influyente son corruptos. La corrupción es tema de ingente actualidad.

Pero hay un tema que escapa: la corrupción es vieja como el mundo, y TODAS las grandes sociedades, desde los tiempos más primitivos, han tenido su grado de corrupción: Grecia y Roma, el imperio Chino, la Iglesia en la Edad Media y los reinos europeos en la Edad Moderna, para hablar de casos del pasado, han tenido, en sus engranajes y funcionarios de toda laya, diversos grados de corrupción.

Y dado que el que sabe de Historia se encuentra con esa triste realidad, que el mundo SIEMPRE va a tener un grado de corrupción, en presente, pasado y futuro, ¿qué nos queda a nosotros, los hombres de bien? A saber que debemos convivir con ella, desde la cuna hasta la tumba. Y que no es ése, aunque tengamos que lucharla, nuestro motivo principal en nuestras vidas, incluso como periodistas.

Lo que tenemos que buscar los comunicadores actuales, no es encolerizarnos o deprimirnos con la corrupción, porque como dije, no es nueva y está en todas las áreas; debemos hacer como el buceador que describí al principio: meternos en el agua podrida, infestada de alimañas, pero NO para hablar de la podredumbre del agua, o los temibles peces que la acechan, ¡porque de eso, YA HAY GENTE QUE SE ENCARGA! Para ser novedosos, debemos ir por la perlita, aquello que pone a la gente mejor, lo que muestra la nota ascendente entre tanta desilusión. Poner un poco de color a la vida.

Y entonces, a la hora de informarnos, no debemos quedarnos con el hecho de corrupción política o empresaria, o el caso de inseguridad del momento; debemos husmear un poco más allá de la primera plana, y enterarnos, por ejemplo, que el reciente Premio Nóbel de Medicina, el japonés Yoshinori Ohsumi, ha sido galardonado porque descubrió cómo las células animales ¡y humanas! se regeneran, en nuestros tejidos vivos. Y con los descubrimientos de Ohsumi, se pueden elaborar nuevas técnicas que pueden ser más efectivas en la lucha contra el cáncer y enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson.

Y de ahí una vez más, debemos operar como el audaz buscador de perlas. Insisto: para poner un tono esperanzador, ante tanto malestar que aqueja a nuestra castigada humanidad.

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